En un contundente comunicado emitido por un sector de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo (FARC-EP), miembros de los Bloques Jorge Suárez Briceño y Gentil Duarte, así como del Comando Conjunto Raúl Reyes, han expresado su rechazo a las decisiones y acciones del comandante Iván Lozada, a quien acusan de adoptar prácticas de "guerra sucia" que ponen en peligro tanto la paz como la seguridad de las comunidades en Colombia.
Los guerrilleros han instado a Lozada a actuar con honestidad hacia el pueblo colombiano, recordándole que sus decisiones pasadas han contribuido al sufrimiento de comunidades inocentes. En su mensaje, critican episodios de violencia contra campesinos indígenas y la ejecución de desertores, calificando estos actos como etnocidio. "Instamos a Iván Lozada a ser honesto con el pueblo colombiano y a no repetir los errores del pasado que han causado tanto sufrimiento a comunidades inocentes", señala el comunicado.
Instamos a Iván Lozada a ser honesto con el pueblo colombiano y a no repetir los errores del pasado que han causado tanto sufrimiento a comunidades inocentes.
El pronunciamiento también se centra en acciones recientes de Lozada, como su incursión militar en territorios del Caquetá y el río Caguán, donde los guerrilleros afirman haber trabajado por el bienestar de las comunidades locales. "¿Quiere que dejemos a la deriva las familias de nuestros valientes combatientes?", se preguntan en el comunicado, advirtiendo que no permitirán que sus zonas de influencia sean socavadas por decisiones que consideran caprichosas y peligrosas.
Además, el mensaje critica la relación de Lozada con el narcotráfico, sugiriendo que sus decisiones han manchado la reputación de las FARC-EP y han alimentado la desconfianza dentro del grupo. Los firmantes mencionan que la reciente retirada de los delegados de Lozada en la Mesa de Diálogos estuvo motivada por intereses en las rutas del narcotráfico, evidenciando su falta de compromiso con los ideales revolucionarios que alguna vez unieron al movimiento guerrillero.
Las decisiones de Lozada han despertado impulsos de venganza entre nuestras tropas, quienes temen por la seguridad de sus familias debido a su presencia en nuestros territorios.
El comunicado también hace hincapié en las tensiones internas dentro de las FARC-EP, acusando a Lozada de fraccionalismo y autoritarismo. Los guerrilleros advierten que sus amenazas y calumnias están generando un creciente descontento entre sus filas. "Las acciones de Lozada han despertado impulsos de venganza entre nuestras tropas, quienes temen por la seguridad de sus familias debido a su presencia en nuestros territorios", afirman.
En respuesta a las críticas, Lozada ha defendido su liderazgo, argumentando que su enfoque es necesario para garantizar la supervivencia y relevancia de la organización en un contexto de creciente presión militar y mediática. Sin embargo, el comunicado destaca la necesidad de que Lozada reflexione sobre el impacto de sus decisiones en las comunidades que supuestamente protege, sugiriendo que es fundamental evitar repetir masacres del pasado.
Finalmente, el mensaje concluye con un llamado a la transparencia y honestidad por parte de Lozada hacia sus tropas y la población, recordando que la verdad siempre saldrá a la luz. "La lucha que emprendemos no es solo una reacción a la ofensiva mediática y militar, sino una defensa legítima de nuestros ideales y de las comunidades que decimos proteger", enfatizan los guerrilleros.
A medida que las tensiones internas continúan en aumento, las implicaciones para el futuro del grupo y su relación con las comunidades afectadas por el conflicto podrían ser significativas. La situación en las FARC-EP se presenta como un microcosmos de los desafíos más amplios que enfrenta Colombia en su camino hacia la paz y la reconciliación.
La lucha que emprendemos no es solo una reacción a la ofensiva mediática y militar, sino una defensa legítima de nuestros ideales y de las comunidades que decimos proteger.